lunes, 26 de mayo de 2008

EL ANCESTRO INMEDIATO DEL NSDAP: LA LOGIA THULE



Se ha escrito que la "Logia Thule" era la "rama bávara de la orden de los germanos". Esto es solo cierto a medias y el matiz no deja de tener interés.

Tal como hemos visto, al comenzar la primera guerra mundial la Orden de los Germanos contaba con unos pocos cientos de afiliados, muchos de los cuales partieron para el frente y murieron combatiendo. A la merma física de miembros se unió el cese radical de ingresos en las arcas de la Orden y el cuestionamiento de sus dirigentes; por una y otra parte los grupos locales se independizaron a eligieron nuevos maestres.

En 1916 la escisión más importante, dirigida por Hermann Phol cristalizaría en la fundación de la "Germanenorden Walvater del Santo Grial". Es este sector escisionista quien protagonizaría distintos atentados en la postguerra contra destacados exponentes de la República de Weimar y participando en distintas actividades clandestinas contrarias a la república. A partir de 1916 un oscuro aventurero que empezaba a gozar de cierta fama en medios ocultistas alemanes entrará en contacto con este sector de la Orden de los Germanos y organizará la orden en Baviera. Se llamaba Adam Alfred Rudolf Glauer, pero como tantos otros ariosofistas y pangermanistas místicos, tenía una irreprimible tendencia a adoptar títulos de nobleza, "Von Sebotendorf" en este caso.

El mismo cuenta su vida en la novela "El talismán de los rosacruces", pieza que intenta emular la tradición de los rosacruces alemanes del siglo XVII, uniendo datos interpretables solo en clave mística, a elementos biográficos auténticos.

Como veremos en la biografía de Sebotendorf existen elementos que recuerdan extraordinariamente algunos rasgos de la personalidad de Hitler. Al igual que el futuro führer, Sebotendorf había nacido en el seno de una familia humilde originaria de Prusia, el 9 de noviembre de 1875, cerca de Dresde. En "El talismán..." comenta que sus antepasados por parte paterna fueron franceses. Glauer-Sebotendorf era, como Hitler, un desarraigado, alguien sin patria clara, sin oficio ni beneficio. A los veintitrés años, tras haber finalizado sus estudios técnicos se embarca visitando diversos países y entrando en contacto -en ocasiones muy profundo- con distintas tradiciones y escuelas iniciáticas. Visitará Egipto en junio de 1900, donde entrará a trabajar para Abbas Hilmi durante tres años, pero buena parte de ese tiempo lo pasa en Constantinopla.

Puede comprenderse así que Sebotendorf a lo largo de sus obras teóricas demuestra un conocimiento real y directo de las culturas egipcia y turca.
No puede olvidar que Turquía por aquellas fechas disponía de una fuerte tradición esotérica y ocultista y que, por tradición, era un camino hacia oriente: se decía que Nicolás Flamel y su mujer Perrenelle habían sido vistos por última vez en Turquía camino de Oriente. También se sabe que antes de la guerra de los Treinta Años, los auténticos Rosa+Cruces abandonaron Europa en dirección a Oriente y, sea simbólica tal marcha, lo cierto es que Turquía excepcionalmente discretos pero no por ello menos activos. En 1914, Mahmud Mukthar Pacha, a quien se ha relacionado con Fulcanelli, asistió a dos trasmutaciones de plomo en oro en Constantinopla. El alquimista que operaba bajo el seudónimo de Fulcanelli contaba 75 años, llevaba operando en el laboratorio alquímico hacia casi 30.
Pues bien, es en esta Turquía mágica de principios de siglo en donde Sebotendorf se inicia en el estudio del ocultismo y de las religiones tradicionales. Entra en contacto con los derviches giróvagos de Mevlevi cuando ya habla con fluidez el árabe que aprendió del imán de la mezquita de Beykoz. Pero sus contactos no se limitarán al islam: buscará la relación con kabalistas hebreos tras haber entrado en contacto con la familia Termudi de origen judío y con ellos visitará las pirámides de Egipto estudiando sobre el terreno el esoterismo faraónico. Los Termudi eran también franc-masones afiliados al Rito de Menfis, llamado también rito Oriental fundado en 1839. Pues bien, Sebotendorf es iniciado por uno de los Termudi en este rito y con posterioridad heredará la copiosa biblioteca ocultista de esta familia. Será en el interior de uno de estos libros en donde Sebotendorf encontrará unos apuntes -al parecer de Hussein Pacha- en los que se describen series de ejercicios especiales de meditación tal como los practicaba la secta derviche de los Bakhtâshi. Tales apuntes son el material de base que utilizará Sebotendorf para componer su libro sobre "Las prácticas operativas de la franc- masonería turca" sobre el que volveremos al final de este capítulo.

En 1908 Sebotendorf regresa de Turquía con la convicción de que el esoterismo islámico y el germánico tienen un solo y mismo origen. Pero no hay que conceder excesivo crédito a estas fechas: si bien parece cierto que Sebotendorf estuvo en los lugares que dice en "El talismán..." no parece que fuera en los tiempos que afirma. Sea como fuere, al parecer en ese año de 1908 tuvo problemas legales siendo procesado por fraude en Berlín; tras este incidente, regresa a Constantinopla y trabaja para una colonia judía procedente de Kiev; en esos momentos Turquía vive un período de agitación política en la que la logia a la que pertenece Sebotendorf juega un papel decisivo. En efecto, la masonería turca tenía una serie de correas de transmisión de carácter político, una de las cuales era la Sociedad de Unión y Progreso. Una vez más la masonería actuó como ariete de las revoluciones liberales contra las monarquías absolutas. Este proceso se repitió también en Turquía en donde la masonería contaba unos tentáculos bien implantados en la sociedad.

En 1910-1 publicará su libro sobre la "Práctica operativa de la franc-masonería turca" y habrá fundado una logia en 1910 en Beyoglü. A esta logia debería pertenecer el auténtico barón "von Sebotendorf von der Rose", un noble alemán residente en Turquía y fallecido allí. Este barón, cuya familia hundía sus orígenes en las marcas germanas del Báltico en las profundidades de la Edad Media, adoptó a Adam Rudolf Glauer, nacionalizado turco desde 1911 y, al morir, le cedió su título nobiliario.

En octubre de 1912 se enrola en el ejército turco y combate en sus filas heroicamente en la guerra balcánica, pero cuando estalla la guerra mundial se encuentra nuevamente en Alemania. Para entonces ya ha forjado unas ideas místico-políticas relativamente bien definidas: de Turquía ha traído la componente mística (antimaterialismo, doctrinas pan-otomanas que luego traducirá en su versión germánica, doctrinas rosacrucianas, etc.), y en el curso de la guerra, contemplando la revolución bolchevique y el ascenso de los movimientos radicales de izquierda, asumirá un anticomunismo radical.

En septiembre de 1916 leerá uno de los múltiples anuncios por palabras con los que la Orden de los Germanos buscaba nuevas adhesiones. Será así como contactará en Berlín con Hermann Pohl el cual lo introducirá en su rama cismática que justo en esos momentos se está gestando.
Sebotendorf establecerá su residencia en Baviera y emprenderá los trabajos para reconstruir la orden en esa región; para ello recibirá de Pohl una lista de interesados en el proyecto y de antiguos miembros de ligas ariosóficas y ocultistas. A lo largo de 1917 el papel de Sebotendorf en la Orden de los Germanos crece progresivamente llamando poderosamente la atención sus propuestas de crear órganos de difusión de las ideas de la Orden. Así nacerá a principios de 1918 la revista "Runas" y un boletín interno será publicado con posterioridad.

A partir de la asunción de la jefatura de la orden por Sebotendorf las ideas ariosóficas y ocultistas se extienden con rapidez inusitada en Baviera. A principios de 1918 había logrado reunir ya a 200 adheridos y que seis meses después ya se habrán multiplicado hasta llegar a 1.500 entre afiliados y simpatizantes. Entre ellos se encontrarán los hermanos Walterspiel, propietarios del Hotel de las Cuatro Estaciones que será utilizado, no solo como sede de la logia Thule, sino también como cuartel general de Hitler en cada uno de sus desplazamientos a Munich. Esa rama bávara de la Orden de los Germanos pasará a estar organizada como logia y adoptará el nombre de Thule.

¿Por qué Thule? Este nombre estaba siempre presente en las doctrinas ariosóficas. Era una especie de "lugar de origen", polo de irradiación de la raza aria que Sebotendorf y los suyos identificaban con Islandia. Los nombres de las otras logias de la Germanenorden Walvaten del Santo Grial eran igualmente evocadores de su voluntad de arraigo con la tradición germánica: así las logias de Alemania Central se llamaban Logias Goden, en honor a los antiguos sacerdotes de las tribus germánicas, equivalentes a los druidas celtas; las lógicas del Oeste adoptarán en nombre de Scaldos, poetas escandinavos; las de Prusia y Pomerania serán las logias Walsungen, hombres sabios...

Inicialmente la orden será dirigida por un grupo de burgueses medios: Georg Gambatz, Johannes Heining y Alfred Rohmeder. El grupo empezó a desarrollar actividad pública en el Hotel de las Cuatro Estaciones y no parecía haber en ella nada secreto. No se exige a los nuevos socios ninguna preparación especial; el sistema de admisión, calcado del teosofismo, presuponía que el recién llegado debía pasar por el estadio de "probacionismo", que en Thule se llamará "grado de amistad" y colocará al neófito en el atrio del templo de la sociedad. Inicialmente no se les pide otra cosa que ser fieles a la tradición germánica. Deberán facilitar una fotografía que Sebotendorf examinará para descubrir en los rasgos antropométricos huellas de sangre extranjera. Así mismo, deberán jurar la pureza de su sangre hasta la tercera generación. Un largo cuestionario completará los trámites de afiliación. El emblema de la orden que recibirá cuando el barón dé el visto bueno al nuevo adherido, consiste en una espada antepuesta a la rueda solar y entre ambas, a su vez, dos hojas de roble. El postulante jurará fidelidad a la logia y a sus principios en una ceremonia de admisión presidida por el barón, que pronunciará las palabras rituales:
"- Así como volvéis a estar entre nosotros, lo que estáis haciendo es regresar a vuestra comunidad. Reencontráis Thule. Con nosotros alcanzáis el imperio invisible y eterno de nuestros antepasados del Norte".

Pero todo esto quedaba radicado en el terreno del exoterismo y, es cierto, que en Thule existía un "círculo interior" compuesto por los iniciados de mayor grado. El neófito siguiendo unos cursos de capacitación y recibiendo las enseñanzas adecuadas alcanzará los grados de "Huesped" y "Hermano". Los "Hermanos" formarán un "colegio esotérico de la orden". Hess, Rosemberg y Frank, luego altas jerarquías del Reich, pertenecieron a este círculo.
El barón Sebotendorf, dotado de un especial talento y sensibilidad para la propaganda, es consciente de que si la Orden quiere realizar un trabajo "exotérico" de envergadura precisa dotarse de instrumentos adecuados y de ahí nace la idea de comprar o editar un diario. Por unos pocos miles de marcos adquirirán el "Munchener Beobachter", el que luego será el diario más difundido del Tercer Reich.

Sebotendorf había pagado 5.000 marcos por el Beobachter, una de tantas publicaciones de barrio que aparecía todas las semanas en Munich. De siempre había tenido un barniz antisemita y germanista que Sebotendorf acentuará en sus editoriales, alternándolos con artículos sobre deporte. Una sociedad de responsabilidad limitada, la Franz Eher Verlag Kachf, fue puesta en pié con un capital de 120.000 marcos, buena parte de los cuales pertenecía a miembros de la Thule, entre otros de Gottfried Feder, principal teórico en economía del NSDAP. En noviembre de 1921 las acciones de la sociedad fueron entregadas a Hitler en su calidad de miembro del NSDAP.
El 17 de agosto de 1918 se constituyó oficialmente la orden con una ceremonia en el curso de la cual Sebotendorf entrega el grado de "amistad" a 20 nuevos afiliados y consagra los locales. A partir de ese momento las reuniones y los cursos tendrán lugar los sábados.
Pero los tiempos son turbulentos: el Reich ha pedido el alto el fuego. La izquierda, galvanizada por el ejemplo de la Unión Soviética, prepara la insurrección armada y multiplica las agitaciones en medios obreros y militares. El 7 de noviembre de 1918 se precipitan los acontecimientos y Kurt Eisner toma el poder en Baviera. En los días siguientes conseguirá consolidarse si bien de forma precaria. El 9 de noviembre los hombres de Thule se reunen y movilizan y al día siguiente deciden la constitución de un "Kampfbund" (grupo de combate), a modo de correa de transmisión de la orden.

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El período Thule/Kampfbund es turbulento. La asociación debe defenderse y contraatacar. Sebotendorf organiza equipos entre sus partidarios, que se infiltrarán en las organizaciones de izquierda y en el aparato de seguridad del Estado. Se da la circunstancia de que en varias ocasiones los locales de la sociedad son registrados precisamente por policías miembros de la misma sociedad. Sebotendorf se ha preocupado también de infiltrar a los guardias rojos y crear un gabinete de falsificación de documentos. Rudolf Hess, por su parte, se curte en todas estas actividades clandestinas.

Un comando del Kampfbund de Thule intenta secuestrar a Kurt Eisner en persona el 4 de diciembre de 1918. El fracaso de la operación y la detención de algunos conspiradores hacen que la oficina de la policía política logre descubrir un depósito de armas y registra el Hotel de las Cuatro Estaciones, sede de la orden.

El 22 de diciembre Sebotendorf marchará a Berlín para asistir a las celebraciones del solsticio de invierno programadas por la Orden de los Germanos. Lleva, no solo los buenos oficios de la logia bávara, sino también un manifiesto al pueblo alemán. Allí le sorprende la revuelta spartakista solventada en una semana gracias a la intervención de los cuerpos francos. Von Sebotendorf presenciará sobre el terreno y en primer línea el papel y el éxito de los "freikorps" y, cuando regrese a Berlín habrá pergueñado el proyecto de creación de una organización de este tipo destinada a restablecer el orden en Baviera.

El kampfbund de Thule es reconvertido en "Freikorps Oberland" justo en el momento en que los judíos Axelrod, Levien y Levine proclaman en Baviera la República de los Consejos Obreros: aterrorizado, el gobierno socialdemócrata huye a Bamberg donde se establece. Sebotendorf no quiere ser solo el dirigente de una secta, sino que su mente, políticamente muy hábil, se mueve en función de posibilidades más realistas. Esto es algo más que mero pragmatismo, es la lucidez de alguien que -como el mismo Hitler- tiene madera de gran conductor político.
De ahí que ante la nueva situación creada en Baviera el 7 de abril de 1919, Sebotendorf y los suyos, que han despreciado siempre al partido socialdemócrata, vean en el gobierno Hoffman, exilado en Bamberg, a un eventual aliado circunstancial.

Después de indecibles peripecias Sebotendorf logra salir de Munich arriesgando su vida. Se planta en Bamberg y allí negocia una cooperación con el SPD y el gobierno bávaro en el exilio. Thule organizará una fuerza de choque destinada a liber Baviera, fuera que será reconocida por el gobierno bávaro. Con esta iniciativa el peso político de los pocos cientos de hombres de la Logia Thule, crecerá de manera inesperada.

acontecimientos, Sebotendorf ordena a sus fieles la dispersión y el paso a la clandestinidad. Mientras, él y algunos oficiales de la Thule constituirán el Freikorps en su forma definitiva. El hombre de la operación es el teniente Kurtz y, junto con Sebotendorf, ambos proyectarán una "marcha sobre Munich". De Bamberg marchará a Nuremberg abriendo oficinas de reclutamiento y dando mitines para reforzarlo. Por fin, el Domingo de Ramos de 1919 el "cuerpo franco" Oberland es constituido.

Oberland es una creación exclusiva de la Sociedad Thule; dirigido por un Estado Mayor de oficiales miembros de la Logia, con von Beck al frente, los tenientes Kurtz y Hess, la oficialidad y la tropa reconocen sus ambiciones en una sola consigna: "!A Munich!". El ambiente de aquellos días es de exaltación, cerveza y tensión ideal. Un ambiente de Lansquenetes o el propio de cualquier cuerpo de élite. La Segunda Compañía se pondrá en marcha el 26 de abril y el 29, los 350 voluntarios del Oberland parten hacia Munich "la roja".

El 2 de mayo, encontrándose en los arrabales de la capital bávara se producen violentos combates con los guardias rojos que costarán la vida a varios voluntarios de Thule. En la noche del 2 al 3 de mayo, los miembros del Oberland, implacables en su avanzar, penetrarán en el centro de la capital y, como para demostrar su vinculación a la Logia Thule, establecerán la sede de su cuartel general en el Hotel de las Cuatro Estaciones.

La represión es dura. Solo cuando liberan la capital bávara, los hombres del Oberland advierten que en la noche del 26 al 27 de abril los guardias rojos han logrado detener a siete miembros de la Thule, entre ellos al príncipe Gustav Turn und Taxis, la baronesa Hella von Westrup y Walter Nauhaus, secretaria de Thule la primera y antiguo combatiente del frente occidental durante la guerra, herido en varias ocasiones y "Guardián de las Genealogías" en la Orden de los Germanos, el segundo. Los siete rehenes serán fusilados cuando los miembros del Oberland estaban llevando la sangre y el fuego por los arrabales de Munich.

Cuando la situación se ha calmado, el 5 de mayo reaparece el "Munchener Beobchter" con un llamamiento a los fieles de la Logia Thule: no son momentos para enarbolar doctrinas esotéricas, ni ariosóficas, sino para ajustar las cuentas con los guardias rojos. La represión desencadenada contra la izquierda será terrible.

El fusilamiento de los rehenes de la logia Thule y el cuerpo franco Oberland, contribuyeron a que la rama bávara de la Orden de los Germanos tuviera una influencia superior al resto de las logias regionales de la orden. La República de los Consejos Obreros y las luchas civiles que siguieron crearon un clima de venganza y rencores que, como bien subraya Goodrick-Clarke "permitió prosperar a los movimientos extremistas como el nacional-socialismo".

Los combates durarán todavía una semana. En ellos Ritter von Epp y el capitán Rohem, de entonces 32 años, destacarán entre todos. Von Epp tendrá un importante papel en todas las conspiraciones que se sucedan bajo la República de Weimar, protagonizadas por los "freikorps". En cuanto a Rohem, de esa época data su compromiso político. A partir de esa fecha empieza a considerarse "soldado político". Otro destacado protagonista de aquellas jornadas es, ya lo hemos dicho, Rudolf Hess, el alemán de Alejandría, aficionado a las ciencias ocultas desde muy joven, de heroico comportamiento en la infantería de choque germana y luego voluntario de los primeros escuadrones de la Lutwafe, se alistará en Regensburg en el Oberland; en sus filas resultará herido en una pierna y, al igual que Rohem, dará que hablar en el futuro.

Arreglada la situación en Baviera, el Oberland se convierte en una unidad llamada Primer Batallón de Tiradores B´varos y como tal participa en los combates de Alta Silesia y en el asalto a Amaberg en Polonia. Pero ya son otros momentos: el equipo que dió vida inicialmente al Oberland se ha dispersado y el espíritu de Thule se ha reducido casi hasta desaparecer. Incluso un oficial del Batallón llega a quemar un ejemplar del "Munchener Beobachter" en público. La aventura militar de Thule ha terminado.

* * *
A partir de ahí el papel de la Logia Thule pasa a ser político y su papel irá en disminución a medida que aumente el peso del NSDAP: aquella mengua para que éste crezca. Es preciso examinar y valorar en su justa medida el papel de la Logia Thule en el nacimiento y desarrollo del NSDAP.

En la introducción de su libro "Antes de que Hitler viniera", Sebotendorf explica textualmente que Hitler en sus primeros meses de actividad pública se apoyó en tres fuerzas políticamente organizadas y dependientes de la Logia Thule: el Partido Alemán de los Trabajadores, fundado por el "hermano" Karl Harrer en Munich y el Partido Socialista Alemán de Hans Georg Grassinger, y, por supuesto, en la misma Logia Thule. Sebotendorf concluye: "De estos tres grupos, Hitler hizo el Partido Nacional Socialista Obrero Alemán". Pero los tentáculos de la Logia Thule llegaban todavía más lejos. Es curioso contemplar que en el Hotel de las Cuatro Estaciones, sede de la Thule y propiedad de dos de sus miembros, tenían igualmente sede otros movimientos, más o menos, correas de transmisión de la orden: el Partido Nacional Liberal de Hans Dhan, al Deutsche Schulverein de Wilhem Rohmeder.

De entre todas estas correas, una tendrá particular éxito y hay que remontarse a octubre de 1918 para contemplar su origen. Por esas fechas, Sebotendorf estaba persuadido que las clases obreras solamente podían ser desvinculadas del marxismo si se oponía a éste una ideología de sentido contrario. Sebotendorf creía que esta ideología podría serla ariosofía (ocultismo teosófico pangermanista). Para extender la ariosofía constituyó, por medio de Karl Harrer, el Politischer Arbeiter-Zirkei, entre cuyos miembros se encontraba Anton Drexler y cuyo secretario era Michel Lotter. Este pequeño grupo duró de octubre de 1918 a enero de 1919; el día 5 de ese mes Drexler propondría la transformación en partido, el Partido Alemán de los Trabajadores. Como no podía ser de otra manera para un partido que pretendía hundir sus raíces en la tradición obrera alemana, la fundación tuvo lugar en una cervecería. El nuevo partido apenas tenía 24 miembros, la mayoría de ellos ferroviarios.

Regularmente el DPA organizaba reuniones publicas y debates. El 12 de septiembre de 1919, un hombre oscuro, enviado por la inteligencia militar, asistirá en calidad de espía a un acto público celebrado por la naciente organización. Se llamaba Adolf Hitler. El 20 de febrero de 1920, Hitler ocupa ya la dirección del partido y lo transforma en NSDAP.

No todos los miembros de la Logia Thule ingresan en esta formación. Los motivos son dos: en primer lugar, no todos estaban interesados en la actividad política, a pesar del período de politización de la sociedad alemana de la época, buena parte de los efectivos de Thule son hombres y mujeres interesados única y exclusivamente en el ocultismo. En segundo lugar, el mismo nombre que Hitler da a "su partido" indica cuales son las áreas preferenciales de reclutamiento "partido obrero alemán nacional socialista", se busca, efectivamente, reclutar "trabajadores alemanes" a fin de realizar un "socialismo en la nación alemana", un "verdadero socialismo"; a tales objetivos no podían comprometerse -al menos en esos momentos iniciales del nazismo- buena parte de los miembros de la Thule: en la lista de afiliados se encuentran tres componentes fundamentales y una línea de tendencia, en primer lugar los hombres y mujeres de Thule son -por este orden- profesionales liberales (frecuentemente juristas), nobles aristócratas y militares; la tendencia general dominante es burguesía media-alta.

Contrariamente a lo que se ha dicho, Hitler jamás conoció a Sebotendorf. Sin embargo, es cierto que su mentor político-ideológico en aquella época fue Dietrich Eckart y que ambos eran "Hermanos Visitantes" de la Logia Thule. Cuando Hitler ingresa en el círculo de Thule, Sebotendorf ya ha abandonado Munich (lo hará exactamente el 26 de junio de 1919, siendo cuestionado por parte de la asociación y acusado de haberse comportado con excesiva ligereza en la custodia del archivo de miembros de la logia que, al caer en manos de los bolcheviques, ocasionará la detención y el fusilamiento de los rehenes durante las jornadas insurreccionales de abril del 19. La última presencia de Sebotendorf en una reunión de la Logia Thule data del 22 de junio de 1919.

Hitler sentía verdadera aversión por todo lo que se refería a sectas y al espíritu sectario. Su vocación era la de presidir un gigantesco movimiento nacional abierto a amplias masas populares; atacaba con frecuencia la mentalidad conspirativa de los grupos völkisch y no se recata en "Mein Kampf" de dirigir acusaciones contra esta forma de hacer política-ficción.
Poco a poco, Hitler va eliminando los rastros del espíritu de Thule en el NSDAP y la mayoría de los siete miembros del antiguo DAP son excluidos de la dirección o remitidos a puestos puramente protocolarios. Es cierto que Hans Frank, Rosemberg y Hess, "hermanos" de Thule, ocuparon posteriormente cargos de máxima responsabilidad en el Tercer Reich. La partida de Sebotendorf y la ruptura de Hitler con Thule entrañaron la crisis de la logia que se iría desdibujando progresivamente y desaparecería en el curso de los años veinte.

Sebotendorf-Glauer asumió en 1920 la dirección de la prestigiosa revista de astrología alemana "Astrologische Rundschau". En 1923 se trasladará a Suiza -de donde es su segunda mujer- y vivirá allí hasta 1924. De 1926 a 1928 -imposible obtener datos de como lo consigue- es nombrado cónsul honorario de Méjico en Estambul. Mas tarde -también es imposible establecer los motivos y los fines- se desplaza a Estados Unidos y América Central. En 1933 regresa a Munich -Hitler ya ha alcanzado el poder- con el título de Caballero de la Orden Imperial de Constantino, sociedad patriótica y con aspiraciones iniciáticas turca.

Pero su nueva estancia en Alemania se prolonga poco. Intenta aprovechar la presencia de destacados hermanos de la Logia Thule en el nuevo régimen para relanzar las actividades de la orden y escribe diversos artículos y un libro -"Antes de que Hitler viniera"- en el que se autoconsidera como el precursor del nazismo. No es que sea falso: es que el nuevo régimen no le interesa sacar a la luz pública estos aspectos ocultos de su prehistoria.

Existen dos fichas de las SA sobre Sebotendorf: una da cuenta de su encarcelamiento el 29 de enero de 1934 y otra del 2 de marzo del mismo año, fecha en que es liberado. De las dos ediciones de su libro sobre Hitler y la Logia Thule, la primera edición se agotará a los pocos días y la segunda será retirada por la administración. Sebotendorf tenía ya sesenta años y había perdido ese atractivo de madura estampa noble y germánica. Se había separado de su mujer en 1928 y empezaba a tener dificultades económicas.

Sobre el final de la Sociedad Thule, Sebotendorf es muy explícito en el capítulo XIV explica que el 9 de noviembre de 1923 se produce el fracaso del golpe de Munich, el golpe de la cervecería: "El funesto acontecimiento había inducido a los miembros del partido, guiados por el actual primer alcance de Munich, Fiedhler, a afiliarse, en su mayoría, a la Logia Thule, para tener alguna forma de proseguir, gracias a tal actitud, la acción propagandística emprendida, haciendo que Adolf Hitler, de regreso a la cárcel de Landsberg, pudiera nuevamente reunirlos en torno suyo".
No se entiende bien este fragmento, sobre todo cuando Sebotendorf después de hablar de "afiliarse mayoritariamente", un párrafo después confiesa que en 1925 la Logia Thule tenía apenas 25 afiliados. En 1926, siempre según sus cifras, se habían reducido a 5 y en junio de 1930, terminó disolviéndose.

Regresó como pudo a Estambul y durante la guerra colaboró con la inteligencia alemana lo que le permitió sobrevivir aun a pesar de que su superior consideraba sus informes como de dudosa utilidad. En septiembre de 1944 se rompen las relaciones entre Alemania y Turquía. Sebotendorf recibe una pequeña paga para mantenerse durante un tiempo. Cuando el dinero se agota Glauer-Sebotendorf se siente sin fuerzas, quizás se considera un fracasado, quizás ya no cree más en sus capacidades de astrólogo y vidente o quizás sienta que ha perdido ese magnetismo que le permitió edificar en pocos meses una poderosa logia, un cuerpo franco y protagonizar la reacción anticomunista en Baviera o atraer a primeras figuras del futuro Reich.

El 9 de mayo de 1945, no solamente el Gran almirante Doenitz firmaba la capitulación, sino que lejos del Berlín destruido, en los acantilados del Bósforo, Sebotendorf se suicidaba. La fuente originaria de este datos procede de Herbert Rettinger, su superior jerárquico en la inteligencia alemana en Estambul, el cual lo recibió de otro de sus antiguos colaboradores en Turquía. Incluso en el acto final del suicidio la vida de Hitler y la de Sebotendorf son paralelas.
* * *
Hasta aquí la peripecia de la Logia Thule. Se la puede considerar en rigor como precedente directo del nazismo: fue de la Logia Thule de quien el nazismo tomó buena parte de sus temas. Un miembro de la Orden de los Germanos desde 1913 y luego de la Thule, Friedrich Krhon, en 1919, presentó al DAP una memoria sobre la svástica, proponiendo como distintivo partidario este símbolo sobre un disco blanco en el centro de una bandera roja. Hitler aceptó la idea y el 20 de mayo de 1920 se utilizó en público por primera vez. Se trataba de una svástica destrógira, similar a la utilizada por los teosofistas. Así pues, a un tiempo, la Thule proporcionó el símbolo del nazismo, el futuro órgano de expresión del NSDAP y los núcleos organizados política que aprovecharía Hitler en sus inicios.

Pero ¿en qué consistía la doctrina de Thule? No existen documentos para que podamos reconstruir la totalidad de su doctrina. Solamente se la puede inferir a partir de tres documentos fundamentales: 1) los escritos ideológicos del propio Sebotendorf, 2) los escritos ariosóficos de List y 3) parte de la obra de Alfred Rosemberg "El mito del siglo XX". Las dos últimas han sido ya mencionadas en otros capítulos, respecto a la primera vale la pena realizar unas acotaciones.
La obra de Sebotendorf entra de lleno -como hemos dicho al principio- en la tradición neo-rosacruciana, una tradición mística e interiorizada cuyo objetivo final era "la construcción del Halgadom", equivalente en la doctrina Rosa+Cruz a la "edificación de las columnas del Templo Interior", con la variante de que Sebotendorf otorga al concepto una vigencia a la vez trascendente y contingente.

Escribe en "Antes de que Hitler viniera":
"El alemán no ve nunca el fin. No ve más que el camino. La Germanenorden y, sobre todo, el Geheimbund deben definir este fin. Este será la construcción del halgadom".

Jean Mabire, comentando este concepto, apunta:
"Este templo del Halgadom es, a la vez, espiritual y material. Pertenece a la tierra y al cielo, al pasado y al porvenir. Es el equivalente del Arca de la Alianza del pueblo israelita. Es el reino terrestre donde va a renacer el espíritu de Thule. Es el imperio de todos los germanos".


Esta concepción del Halgadom se encuentra igualmente presente en Rosemberg y en su "Mito del Siglo XX" e igualmente reaparece en toda su integridad en los mitos que animaron a las SS en la última fase de la guerra.

El "Halgadom" era el imperio de todos los germanos, la forma política superior a la nación, regida por principios metapolíticos que debería reflejar las tradiciones y concepciones de la vida y del mundo de los pueblos germánicos.

El imperio se construía con la espada. Esta lucha equivalía a la "pequeña guerra santa" de las concepciones islámicas, una lucha contra el enemigo exterior y contingente. Pero ¿y la "gran guerra santa", la lucha contra el enemigo interior, ¿cómo podrá practicarse?

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